lunes, 17 de febrero de 2014

Quedarse dormida


Cuando abrió los ojos el reloj marcaba 8:15 !!!!!. Ver esa hora la hizo levantarse de inmediato, arreglarse y salir corriendo al trabajo. Mientras lo hacia le llamo a su jefa y le pidió permiso para llegar tarde pues “había tenido un percance en el camino”. Su jefa acepto, sin indagar más; pero le preocupaba que estas incidencias se dieran tan continuamente.
El día trascurrió sin contratiempos, pero al retirarse del trabajo no se dio cuenta que había olvidado su celular en el escritorio. Fue a casa y preparo una rica comida; tuvo que salir un momento a la tienda y cuando regreso él ya la esperaba.
Terminando de comer fueron a comprar un par de cosas que necesitaban, al regresar vieron un rato la televisión y posteriormente cada quien continuo con su lectura habitual. Él decidió irse a dormir, pero ella abrió su lap y se quedo hasta la madrugada platicando y viendo cosas por internet.
A la mañana siguiente, ella  sintió que la despertaban pero no hizo caso tenía mucho sueño para percatarse de la hora, nuevamente intentaron despertarla pero solo se tapo con las cobijas, mientras pensaba que podía correr de nuevo para llegar a tiempo a su trabajo.
De repente sintió que le retiraban las cobijas y abrió los ojos
¿Porque aun no te levantas para ir al trabajo?
Ella estaba desconcertada, generalmente él se va una hora antes al trabajo por lo que nunca se percata de la hora en la que ella se va a trabajar
Ay!!! Ya se me hizo tarde… me apuro!!!
Fingió apurarse para llegar al trabajo, pero él la tomo del brazo y la coloco de nuevo en la cama
¿Cuántas veces van que se te hace tarde?
Ninguna! Es la primera y deja me apuro o se me va a hacer más tarde.
Él la detuvo y la acostó bocabajo, tomo de la cabecera el cinturón y comenzó a rozar sus nalgas mientras la reprendía por quedarse dormida.
Ella reprocho y trato de soltarse pero era imposible, le grito y reclamo porque era algo injusto al ser la primera vez.  Fue entonces cuando él le explico que su jefa le había hablado ayer mientras ella estaba en la tienda para recordarle llevar unos documentos pero al olvidar su celular opto por hablarle a su casa. Durante esa plática salió que ya eran varias las ocasiones en que ella había expuesto varios incidentes para justificar sus llegadas tarde.
Así que, para que la señorita aprenda a dormirse y levantarse temprano, tendremos que reprenderla como niña pequeña porque da la casualidad que es la única forma en que entiendes, cierto?
Al no escuchar respuesta, él le dio una fuerte nalgada y volvió a preguntar, esta vez con un tono más fuerte y serio pero el silencio continuaba así que en esta ocasión le dio tres nalgadas que hicieron eco por la habitación. Sin poder evitarlo ella sobo sus nalgas y emitió un leve “si”.
Habla, claro y fuerte que no quiero perder tiempo y que ambos lleguemos tarde!
Si! –dijo ella con un tono más fuerte.
Si qué?!!!
Si , …. Señor…!!!
Le ordeno ponerse en posición de castigo ella coloco un par de almohadas, una sobre otra, se recostó y comenzó el castigo. Los azotes eran fuertes y continuos lo que la hacían  patalear e intentar meter las manos pero cada vez que lo hacia recibía una fuerte reprimenda. Trato de aguantar para no llorar, hizo su mayor esfuerzo para no quejarse y que el castigo terminara pronto pero parecía interminable.
Pronto comenzó a sentir el calor de sus nalgas e imaginar el color rojo que ya debían de tener, pero el castigo no terminaba; era un trato al que habían llegado cuando comenzaron a salir, en los castigos la única persona que decide hasta donde parar es él. Ella sabía que aun podía aguantar más y tenía claro que eso lo conocía a la perfección él.
Después de un rato del castigo, comenzó a pedir perdón entre dientes; trato de no soltar el llanto pero poco a poco las lágrimas se le salían. Entonces él paro, reviso sus nalgas y vio que todo estaba en orden.  Le ordeno pararse y la llevo a un rincón donde la dejo de pie con las manos en la nuca.
Ahí te quedas hasta que termine de bañarme! Entendiste?
Ella no respondió así que le dio una sonora nalgada que le hizo saltar y afirmar de inmediato.
Cuando termino de bañarse, le ordeno bañarse e ir al comedor. Cuando se estaba  bañando aun sus nalgas estaban calientes e intento disminuir el dolor sobándolas un poco, termino de bañarse, se arreglo y fue al comedor donde desayuno junto con él. Estar sentada le costaba trabajo e intentaba no hacer muestras de dolor con el rostro pero el mínimo roce le recordaba que había sido castigada.
Al terminar, ambos salieron de casa y cada uno se dirigió a su trabajo, cuando ella llego al suyo le mando un mensaje:
“hoy más que nunca se que te importo, hoy más que nunca te agradezco que estés a mi lado”

A los pocos minutos recibió respuesta
“hoy más que nunca afirmo mi compromiso de educarte y guiarte, para crecer uno al lado del otro"

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Hermoso mi niña, besos de anny

sonithyk5 dijo...

Uau me encanto! Sigue por favor con otros textos. Besos desde Brazil

Anónimo dijo...

Que hombre bueno tu tienes.Tienes mucha suerte.

Stefy dijo...

gracias Anny =) tqm !!!


abrazos Sonithyk5 =D grax por leerme ^^


=D ^^ grax anónimo =D